Muere el futbolista brasileño Socrates: "No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden"

4 de diciembre de 2011

Una frase y un trallazo. 
Sócrates fue para los niños nacidos en 1965 que en el Mundial 82 estábamos en 2º de BUP el mejor futbolista del momento. Los del 65 éramos una generación como que llamada a llegar tarde a todo. España no se había clasificado para el Mundial de Alemania 74 y entramos en Argentina 78 tras el gol de Rubén Cano. Todo era zafio, burdo y en blanco y negro. No había ni Beckenbauers ni Cruyfs. Y Brasil y su maravilloso juego heredado del mito Pelé era, cómo explicarlo, algo electrizante, mágico, vibrante. Y Sócrates era el estandarte de todo este cúmulo de belleza futbolística. Encarnaba el mito de la imbatibilidad, de una manera de jugar al fútbol inconcebible. Inalcanzable. El fútbol era Brasil y luego estaban absolutamente todos los demás.


Barsil, con Sócrates a la cabeza, lo demostró. Jugó de una forma única. Fue elimida por Italia y los azurri se llevaron el Mundial de España. Pero lo que queda en la memoria de todos los adolescentes y de todo el mundo es Brasil.


Una frase y un trallazo.
"No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden", escriben en El País que dijo Sócrates tras ser eliminados en Sarriá por los italianos. El trallazo, en el minuto 4.40


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